Saussure propuso en su Curso de lingüística general (1916)dos tipos:
- Sintagmática: Se da entre dos signos que están copresentes en el discurso.
- Paradigmática: Se establece entre los signos que están presentes y los que están ausentes.
Saussure creía que los conceptos son productos mentales y no entidades independientes de la mente. La idea es que percibimos la realidad a través de los conceptos, ya que no tenemos acceso a esas entidades independientes, por lo que no se puede asegurar que dos personas tengan el mismo significado en mente al usar un mismo significante.
Los ejemplos con colores son muy ilustrativos al respecto. Para Saussure no podemos estar seguros de que estemos viendo la misma tonalidad cuando usamos el significante "rojo". La adquisición de la noción "rojo" también sería producto de la interacción humana, por la cual, por ejemplo, en un momento determinado de nuestra vida a uno le mostrarían una tonalidad y le dirían que aquello es "rojo". En ese momento se produciría la conexión arbitraria entre el significado (la tonalidad) y el significante ("rojo").
Entonces, para Saussure uno puede estar seguro de usar el mismo significante que otra persona ("rojo") pero no de que se esté viendo la misma tonalidad, esto es, teniendo el mismo significado en mente.
Según Saussure, la única manera de probar que se tiene el mismo significado sería acudir a las entidades independientes de la mente, y en la medida en que no podemos aislarnos de ella, nuestra percepción de la realidad se ve mediatizada por los conceptos que son constructos mentales.
Todo esto prueba para Saussure que el lenguaje es una institución social. Como en el último ejemplo, los signos adquieren su función y su significado a través de la práctica social y el intercambio humano. Cuando un signo está socialmente establecido adquiere estabilidad, por lo que no cambiaría fácilmente.